viernes, 15 de marzo de 2013

EL DESAYUNO


La palabra DESAYUNO viene del latín “dis-iunare”, que quiere decir “romper el ayuno” lo que da comienzo a la actividad cotidiana del día a día.

Hay muchos estudios en los que se muestra que el desayuno y el rendimiento escolar están muy relacionados, pero el desayuno no es imprescindible únicamente en esta época, también se relaciona con el rendimiento en el trabajo, tanto en actividad física como en una actividad que requiera concentración.

Consideramos un buen desayuno aquel que aporta un 25% de las calorías totales que consumimos al día. Dedicándole unos 15 minutos en una atmósfera relajada y tranquila. Y debe estar constituido por cereales (pan, cereales de desayuno, tostada, galletas), lácteos (vaso de leche, yogur, queso tierno) y alguna pieza de fruta. También puede incluir una parte proteica como huevo, jamón bajo en grasas, queso, etc.

¿Por qué debemos tomar desayuno?

Después de 10 o más horas de ayuno necesitamos energía y nutrientes para poder realizar bien nuestras actividades diarias. Algunas consecuencias de no desayunar, o sólo tomar un vaso de leche o café, provoca fatiga, pérdida de energía, mal humor, falta de concentración, baja el rendimiento físico... todo ello causado, fundamentalmente, por la falta de glucosa en el cuerpo (al desayunar elevamos los niveles de glucosa y ayudamos al cuerpo a funcionar con mayor eficacia). Además si no se toma el desayuno es muy difícil cubrir las cantidades nutricionales diarias recomendadas, y estudios recientes afirman que desayunar ayuda a acelerar el metabolismo, por lo que es beneficioso para prevenir y combatir la obesidad.

Principales pegas por las que no se toma el desayuno.

La falta de tiempo y la falta de hambre por la mañana son las principales causas por las que nos saltamos el desayuno. Pero ésto debemos cambiarlo.

Ponte el despertador sólo 10 minutos antes y tendrás tiempo de tomarte el desayuno antes de salir corriendo a hacer tu labor cotidiana. Debes tomarte esos 10 minutos para sentarte y desayunar con tranquilidad.

La falta de hambre por las mañanas es simplemente por el hábito, y como tal hay que ir educando poco a poco al cuerpo y acostumbrarse a desayunar. Por lo que podemos empezar introduciendo unos desayunos ligeros hasta que lleguemos al desayuno correcto.

¿Qué no debe faltar en tu desayuno?

Un desayuno correcto no es tomarse una taza de café, un vaso de leche o un zumo y sin ni siquiera sentarnos. Los ingredientes de un buen desayuno son:

  • Lácteo. La diferencia entre lácteos desnatado o enteros está en la cantidad de grasa, no en la de calcio. por lo que debemos optar por lácteos desnatados o semidesnatados. También podemos sustituir el vaso de leche por 2 yogures (sin azúcar mejor) o queso fresco (unos 50 gramos).
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  • Cereal. Pan, cereales de desayuno, galletas, son las mejores opciones que tenemos. Entre ellos preferimos los cereales de desayuno ricos en fibra, vitaminas y minerales (evitando los cereales de desayuno con gran cantidad de azúcares). Otra de las opciones que tenemos es el pan, un alimento catalogado como que “engorda mucho”, pero esta fama le viene por los acompañamientos que suele llevar tales como mantequilla, margarina, salsas, embutidos grasos, etc. Sin embargo es recomendado por su riqueza en Hidratos de Carbono (que son la base de la alimentación). Debemos elegir preferentemente el pan integral o de cereales, al igual que pasa con las galletas, es mejor elegir las que sean bajas en grasas y ricas en fibra.
  • Fruta. Una pieza de fruta es lo ideal para completar un buen desayuno. Sabemos que por falta de tiempo se suele saltar esta parte del desayuno o cambiarla por un vaso de zumo. Siempre debemos optar por la pieza de fruta, pero si escogemos tomarnos un vaso de zumo debe ser de fruta natural y no los comerciales ya que llevan mucha cantidad de azúcares.
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  • Proteína. Podemos completar el desayuno con una porción de proteínas añadiendo un poco de jamón bajo en grasas, queso o huevo cocido.
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Nota: Para elegir nuestro desayuno ideal debemos tener en cuenta la actividad física que vamos a realizar durante el día, y la cantidad de energía diaria que vamos a consumir. En todo caso debemos aportar cada “ingrediente” del desayuno pero teniendo en cuenta la cantidad. Una persona sedentaria no va a tener el mismo desayuno que una persona que va todos los días una o dos horas al gimnasio o a correr. Al igual que los desayunos de una persona que quiere bajar de peso no será el mismo que el de una persona dispuesta a aumentar su peso. En caso de duda o que no sepas las cantidades apropiadas para tu desayuno consulta con un nutricionista.

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