2. Utilizar la menor cantidad de azúcar que podamos. Esto incluye el evitar tomar muchas bebidas preparadas que suelen contener grandes cantidades de azúcar u otros aditivos.
3. La mejor manera de mantenerse saludable es utilizar, siempre que podamos, alimentos frescos naturales, y no abusar de las comidas preparadas.
4. Beber agua. Se recomienda 2 litros de agua diaria, y en estos dos litro también viene incluido el agua procedente de la comida (sopas, cremas, frutas,...) Una manera de hacerlo más llevadero es utilizando tés, cafés, infusiones... pero si eres capaz de no añadir azúcar. O ten una botella de agua al alcance siempre.
5. Utilizar aceite de oliva virgen, o aceite de girasol antes que mantequilla. Pero tampoco abusar de ella... una cucharada para aliñar la ensalada y otra para cocinar será suficiente.
6. Añadir menos sal a las comidas. Podemos utilizar condimentos para darle más sabor a nuestros platos, como tomillo, pimienta, orégano, laurel, romero, … hay muchas posibilidades.
7. No abuzar de los fritos. Las mejores formas de cocinar son las que menos grasas usa, como cocinar a la plancha, al horno, al vapor... También por el hecho de perder la menor cantidad de nutrientes posible (al vapor es la mejor opción para ello).
8. Evitar comer entre horas. Es muy importante saber cuáles son las horas que tenemos para comer, y evitar picar entre comida y comida, esa suele ser una de las razones por las que más engordamos. Cuando estés cocinando está bien probar lo que estás haciendo, para comprobar que queda bien, pero evita el ir a la nevera y comer un trozo de esto o lo otro... Si realmente tienes hambre entre horas, cómete una pieza de fruta, o alguna de verdura, que están mayormente compuestas por agua.
9. Que las cenas no sean muy copiosas. Debemos tener en cuenta que es la última comida del día, y a no ser de que vayas a hacer ejercicio antes de acostarte a dormir, lo mejor es tomar cenas ligeras.
10. Y lo más importante... ¡Disfrutar! Disfruta de lo que comes, tómate tu tiempo delante del plato, saborea. No pienses en la comida como un castigo, si hay algo que se te apetece realmente es porque tu cuerpo lo necesita, pero sé razonable con las cantidades. Mientras más te repitas “no puedo comer esto porque tengo que adelgazar” más ganas tendrás de comértelo, y al final será peor, porque te hincharás a ello. Así que si se te apetece un bocadillo de jamón serrano, hazte una tapita para calmar el ansia, si se te apetece un helado, tómate una tarrina pequeña de helado o quítale una cucharada a tu acompañante... pero no abuses, y ten en cuenta los horarios de comidas, o ir a hacer algo de deporte (que te ayudará mucho a sentirte mejor). Simplemente, vive.